miércoles

Sos el agua fría
cuando quema mi piel bajo tus manos;
Sos el oxígeno
cuando me ahoga el tabaco de tu aliento;

Son tus palabras el orden
para el caos en mi mente
intentando inútil
seguir tus argumentos.

Sos la mano firme
cuando caigo rendida ante tus ojos;
sos amanecer
si me pierdo en la noche de tu cuerpo.

El sonido de tus pasos el que da sentido
a la silueta perfecta
sombra inerte que te muestra
en mi pensamiento.

Te volvés eterno
inalcanzable
sos la droga que mata al adicto
que calla y parece que alivia el dolor.



Sos el antídoto
para el veneno de tus besos.



Supongo
que (no tan en parte)
por eso
no puedo
dejarte.

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