martes

Los anteojos

Algunas cosas quedaron inadecuadas, después.
Tendrían que haberse ido con vos

los anteojos que sostienen tu cabeza invisible,
el bastón que marca el paso de tus piernas de aire,
el té, frío,
la silla.

¿Cómo es que están acá y vos no?

¿para qué?
¿para quién?

Tantos mensajes y ahora no te alcanzan los satélites
creo que se puede volver el tiempo atrás:
buscar el back-up,
y volver a hablarte.
(Aunque siempre digas lo mismo.)

Excepto por tus ojos
que están en los sueños, las fotos,
y atrás de los anteojos, inmóviles.

Tendrían que haberse ido con vos, los anteojos.
Al Cielo.

viernes

Duelo

Como que no llegan las lágrimas por mucho rato y
después duelo.
Me duele.
De una a la otra, como un mar, y se
contagian
los duelos
las gotas
las olas
Sé que duelo, que vos también dolés
que tu dolor es impotencia, y también, ¿qué pasa?
¿Qué te pasa? No entiendo, ni vos entendés.
Eso también es impotencia.
¿Y entonces qué hacemos?
No elijamos nada.
Me quedo, duelo con vos.
Porque no podemos hacer, solo doler.
Pero no duelas solo.

martes

Quisiera darte una solución y me olvido caprichosamente de que cada uno encuentra sus propias respuestas. Eso también te pasa a vos, por mucho que yo crea que puedo salvarte. Yo no puedo aliviar tu dolor, pero me convenzo de que sí, y hago más y más esfuerzos. 
Y te duele porque entonces me olvido de mirarte, de verte como estás, y resolutivamente asumo que esa partecita que puedo solucionar es vos. Y "te soluciono", pero atrás de este recorte estás vos... Toda vos, toda la que yo no voy a poder ver porque no estoy en vos. Sería más humilde preguntarte qué puedo hacer, porque ya no sé qué puedo hacer.