martes

Los anteojos

Algunas cosas quedaron inadecuadas, después.
Tendrían que haberse ido con vos

los anteojos que sostienen tu cabeza invisible,
el bastón que marca el paso de tus piernas de aire,
el té, frío,
la silla.

¿Cómo es que están acá y vos no?

¿para qué?
¿para quién?

Tantos mensajes y ahora no te alcanzan los satélites
creo que se puede volver el tiempo atrás:
buscar el back-up,
y volver a hablarte.
(Aunque siempre digas lo mismo.)

Excepto por tus ojos
que están en los sueños, las fotos,
y atrás de los anteojos, inmóviles.

Tendrían que haberse ido con vos, los anteojos.
Al Cielo.