jueves

Los acechaba un miedo irracional de entregarse a la irracionalidad de lo eterno.
Ambos temerosos, ella con miedo de volver a lo eterno de siempre, él con miedo de dejar lo eterno de su ahora.
Durante meses enteros permanecieron inmóviles, igual que el miedo.

1 comentario:

  1. Cuando el tiempo pasa con miedo es como si en realidad las manijas del reloj hubieran permanecido quietas. Nada vale el tiempo coartado...

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