lunes

Mis brazos abiertos reciben tu ternura
aguardan, acallan,
los gritos de niño que inundan tu voz.

No tengas miedo,
voy contemplar tu tristeza y llorar tus lágrimas
otra vez, estoy acá
para apagar con vodka tu dolor.

Tenés frío.
Dejame sostener tus manos
que arañan las paredes indestructibles de tu alma.
Que te lastiman cuando no podés darles una respuesta.

Te encerraste en un laberinto del cual sólo vos conocés las vueltas.
Y sin embargo no sabés dónde estás.

Soy tu espejo de recuerdos.
Para que te encuentres
Ciego, vivo, eterno.

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