miércoles

En algún momento entendí -aprendí- a hacer catársis ordenada.
A escribir tres versos, a escribir líneas y no mostrarlas hasta que no fueran
el reflejo perfecto de mis latidos, conjugado con el brillo que causaran las lágrimas en mis ojos, la hinchazón, voz quebradiza, lágrimas en los cachetes la nariz la pera y adentro de las orejas, y el despelote que es mi pelo cuando estuve mucho tiempo tirada.
Después decidí empezar a hacer catarsis en serio, y no ordenarte los bersos. versos. Versos quería decir.
Las lágrimas tampoco me salen ordenadas. Se mezclan con las ganas de matarte, de matarme, de matarla, de matarlo, de matarnos, mataros, y matarlos.
Entonces te mato,
cuando quiero matarte.
Te lloro cuando quiero llorarte.
Te busco
cuando quiero buscarte
Te dejo solo
cuando quiero

amarte...
a veces te dejo solo, y te amo desde lejos... porque es más fácil. Y cuando vos me amás también es más fácil hacerme la que estoy lejos.

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