Ante la falta de un tercer lado, Vértice 1 se sintió orgulloso. Supo que no ascendería a la categoría de ángulo ni bien se confirmó la ausencia del lado A, pero no importaba tanto. Miró con ojos lastimosos a Vértice 2, y lo golpeó por primera vez. Vértice 2 se volteó inmediatamente hacia donde debería estar vértice 3, pero en su lugar estaba la nota de defunción correspondiente, y tampoco había un lado C que lo conectara con el mismo. Vértice 3 hubiera sido el candidato perfecto para recibir el golpe de Vértice 2, y transmitirle la misma intensidad en otro tipo de golpe a Vértice 1.
Por el lado B circulaban órdenes en una misma dirección, y casi con la misma frecuencia. A medida que Vértice 2 perdía brazos y piernas (que no necesitaba tampoco, porque hubieran sido útiles sólo contando con Vértice 3), Vértice 1 ganaba espacio, y esculpía, segundo a segundo y con delicada perfección, las cicatrices de su proyecto de escultura.
El "piedra, papel o tijera" nunca se juega de a tres.
Vertices me suena a matemáticas hehe...
ResponderEliminarSuerte! bechotess
Adri(L)