Mis alas negras
incansables
se acercan a donde van tus pasos.
Tus pies blancos
no cesan
cauivan por siempre mis alas.
Tu cuerpo eterno baila
quema en un sinfin de movimientos
y permanece quieto.
La diminuta cápsula
que encierra mi alma
de la que nace la fuerza para el aleteo
siente tu calor, lo quiere.
Gotas de fuego llueven
besos desde tu más profundo
de donde salen tus misterios más ocultos
alcanzan mi cuerpo, lo hieren.
Adormecida escucho tus palabras
queman mis alas
en tu voz morfina.
Entre tus brazos encuentro la calma
busco tu boca
y en tu aliento naftalina.
"Entre tus brazos encuentro la calma
ResponderEliminarbusco tu boca
y en tu aliento naftalina".
EXCELENTE FINAL!
me encanto, es un poema muy sensible, muy oscuro..
la proxima lo termino con naftalina.=)
B.P
tremendo, sigues impresionandome.
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