Dejé de escribir, un poco
un poco porque me da miedo romper
con nuestra realidad,
antes de volverme
asesina de palabras,
actriz de tu verdad.
Dejé de contar, de a poco
lo que pasó acá adentro
desde que llegaste.
Al principio era todo;
eras el cambio, eras alegría
eras lágrimas, vida.
Y ahora, otra vez
silencio.
Otra vez si..., (sí, erro).
Me quedo con la cabeza pegada
a la ventanilla del vidrio
y leo poemas que van.
Porque es más fácil.
Porque qué sé yo.
¿Qué sé, yo?
Abandoné, como siempre
aunque por motivos distintos,
y ahora escribo sobre el abandono.
Condené delirios-
es más difícil pintar la realidad
(que no tenemos).
Encontremos, sino
palabras que digan lo contrario.
Dejemos de joder, con esto del amor.
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